La minería del hierro de esta zona comenzó tímidamente a mediados del siglo XIX, dando lugar a numerosas concesiones (San Ramón, El Patriarca, Mi Ramona, Paternidad, Mª de la Concepción, La Real, etc) y que más tarde se unificaron, formando grupos. El constituido por mina Ramona estaba formado por las minas San Rafael, Ramona, Concha (que integraba a Mi Ramona, Paternidad y María de la Concepción), Somorrostro (antes San Ramón, antes El Patriarca), y El Vulcano. Posteriormente, se unirían a éstas España, Evaristo, El Vizcaya, Los Lobos, Bilbao, Nicanora, La Viña, Campanil, Su Ilustrísima, Margarita y otras. Todas beneficiaron mineral de hierro, principalmente hematites. La situación de bonanza para este metal, alcanzada en el último quinquenio del siglo XIX, y el abaratamiento del precio de transporte, debido a la construcción en 1889 del ramal hasta Águilas del ferrocarril de Granada-Lorca, impulsó y dio fama a estas minas, que mantuvieron constante su producción hasta finales de la I Guerra Mundial.
La actividad se paralizaría hasta finalizada la Guerra Civil, retomándose el laboreo en 1947 hasta 1960, fecha en que se produciría su cierre definitivo, caducando sus permisos entre 1990 y 1994, quedando por tanto libres y registrables.
Mina Ramona presenta una notable peculiaridad: el mineral era desplazado desde las labores superiores hasta el nivel intermedio mediante una rampa construida de mampostería, que moría en el brocal de un pozo-tolva, por donde el mineral caía hasta la planta inferior, a unos 10 metros mas abajo. De allí era extraído hasta la explanada exterior, para ser de nuevo vertido por otra rampa, hasta el cargadero del nivel inferior, en cuyo techo se encontraban las compuertas metálicas. Este cargadero posee las dimensiones necesarias para poder situar dentro del mismo camiones u otros vehículos de transporte.
Bajo el punto de vista mineralógico, estas minas no poseen interés alguno, presentándose el hematites de forma terrosa y siempre masiva, acompañado de carbonatos de hierro que raramente cristalizan en tamaños superiores a medio milímetro.